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Mi hijo está comiendo mucho - Noe Previtera Blog

Mi hijo está comiendo mucho

¿Qué ocurre cuando las personas por las cuáles sentís el mayor amor desacreditan lo que comés, la cantidad que comés, por temor a cómo tu cuerpo puede llegar a verse? Si sos mamá, vas a querer leer toda la columna.

“…Mis padres se miraron entre ellos y me dijeron: no deberías comer eso… es más, deberías empezar a comer menos.”

Mujer

Seguramente, por el título de la columna,estabas esperando que desarrolle los 10 motivos por los cuales tu hijo está comiendo mucho. O, tal vez, que te diera herramientas para que deje de comer de la manera (y en la cantidad) que lo está haciendo. 

No, no voy a hablar de tu hijo. Quiero que hablemos de vos. Quiero que entiendas tus miedos con la comida y con tu propio cuerpo para que comprendas la percepción que estás teniendo del comportamiento de tu hijo… y del posible impacto que podría tener sobre su cuerpo. 

Te dejo el testimonio completo de una alumna de mis servicios de coaching:

‘Hasta los 13 años no tuve problema con mi cuerpo ni la comida. No existían los pensamientos evaluando ni criticando lo que había comido. Tampoco existía la interpretación de que eso tendría impacto en cómo se vería mi cuerpo y que eso podría llegar a ser algo malo. Ni la comida ni mi cuerpo se sentían como algo que tenía que arreglarse. Hasta que un día de vacaciones, cuando nos trajeron la bandeja de pan en un restaurante, mis padres se miraron entre ellos y me dijeron: No deberías comer eso… es más, deberías empezar a comer menos. Hoy tengo 43 años y sigo haciendo dietas y odiando mi cuerpo’.

No quiero que le eches la culpa a esos padres. Quiero que veas si vos, sin querer, te estás convirtiendo en ellos. Si amás a tus hijos, vas a querer lo mejor para ellos. ¿Qué es lo mejor? Tal vez, mínimamente, evitarles que transiten un dolor que te hizo sufrir a vos. Y que puede que todavía te haga sufrir.

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Mi hijo está comiendo mucho

¿Cuál es tu propia historia con tu cuerpo y la comida? 

Si tu relación con la comida estuvo teñida del temor a engordar, si probaste método tras método de estilos de alimentación para evitar subir de peso, si había una relación directa entre culpa por comer y la sensación de engordar, ¿no existirá la posibilidad que solo estés viendo a tu hijo, lo que come y su cuerpo a través de los lentes llenos de miedo de tu experiencia?

Y antes de que me digas: Pero yo no le digo nada sobre su cuerpo ni sobre lo que come, dejame que te explique lo que tu hijo sí está escuchando. Vivimos en una sociedad gordofóbica. No existe otra explicación del gran temor que tenemos a engordar que el trato indigno y prejuicioso con el que viven las personas gordas. Tu miedo de que tu hijo quede expuesto a esa discriminación es entendible. Más aún si ya existe el registro de un profesional de la salud que diagnosticó a tu hijo con ‘sobrepeso’ y le pronosticó una eternidad de gordura. 

Las madres deben, según mi punto de vista, ser conscientes de cómo se sienten ellas primero con sus cuerpos. Los niños lo notan todo. 

Los niños lo notan todo. Se dan cuenta cuando no te metés a la pileta a jugar con ellos porque te sentís gorda. Saben cuándo estás a dieta. Se dan cuenta de que comés menúes diferentes a ellos. Se dan cuenta de tu tensión cuando ellos comen comidas que para vos son prohibidas. Sienten tu mirada. Sienten tu miedo. Y lo más probable es que entiendan que la normalidad es tenerle miedo a la comida, tenerle miedo a engordar, vivir a dietas y no disfrutar el cuerpo. ¿No lo entendiste vos también así de tu mamá, tía o abuela? ¿Cómo te marcó ese entendimiento en tu relación futura con la comida?

Si bien hay muchas razones que determinan cómo los niños se comportan con la comida, la vergüenza es la que ocasiona el mayor de los estragos. Vergüenza del cuerpo que habita, vergüenza que su madre siente de su propio cuerpo, vergüenza de elegir comidas que en la casa se  condenan como prohibidas o malas. 

Te dejo la mayor investigadora sobre comportamiento infantil y alimentación, Ellyn Satter: 

‘Confíe en que su hijo sabrá cuánto necesita comer. Solo comerá en exceso si tratas de controlar su entusiasmo y hacer que coma menos de lo que quiere. Eso lo avergonzará. Tendrá una obsesión y preocupación acrecentadas hacia la comida, y comerá todo lo que pueda siempre que pueda, y hasta a escondidas’.

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